lunes, 14 de julio de 2014

UN REFRAN CIBAEÑO

César Medina
lobarnechea1@hotmail.com
“... En tiempo de reyerta cualquier boquete es una puerta”, dicen los cibaeños con tantísima gracia. Es precisamente lo que deben tener presente los militantes y dirigentes del PRD cuando vayan a votar el domingo 20 de este mes para elegir nuevas autoridades.
Porque ya se anticipan cielos nublados, vientos huracanados, lluvias torrenciales y tronadas, rayos y centellas. Se avisó a la Defensa Civil, a la Policía, a los bomberos, a la Cruz Roja, pero esas hordas cuando se enfurecen no las detienen ni los ejércitos napoleónicosÖ
Se planifican desórdenes para frustrar la convención que seguro elegirá a Miguel Vargas para continuar en la presidencia del partido como paso previo a su nominación a la candidatura presidencial en el dieciséis.
Los disidentes irán a los centros de votación no para sufragar sino para provocar el lío de los pastores bajo el argumento de que los excluyeron del padrónÖ Y las informaciones que se manejan en los organismos de seguridad es que se proponen generalizar la violencia para ahuyentar a los votantes.
El PRD ha solicitado la presencia de la fuerza del orden para contener esos planes, sobre los que se tienen detalles minuciosos hasta de la logística planeada, los recursos para financiarlos y los nombres de los “tígueres” que los encabezarán en barrios y pueblos.
Porque la insurgencia está decidida a no irse sin sangreÖ “El asalto a la Casa Nacional le quedará chiquito a este 20 de julio”, dicen.
No se irán en paz...
Los disidentes perredeístas seguidores de Hipólito y Abinader no se irán en “santa paz” a formar su nueva agrupación, que ya anunciaron se llamará “Partido Revolucionario Mayoritario”. Antes quieren ver destruida la organización que abandonan.
No aceptan aún la realidad de que Vargas les ganó la pelea legal, los derrotó adentro y les ganaría también afuera si logra concluir con éxito la actividad eleccionaria del 20 de este mes.
Ni siquiera actúan con la inteligencia debida si en verdad piensan concurrir con candidaturas propias a las elecciones en dos años. De ser así la lógica más elemental les recomendaría alejarse del PRD y en lo adelante evitar los roces ante la eventualidad de que se necesiten para una segunda vuelta.
Lo que Hipólito y Luis se van a llevar, pocos o muchos, están decididos a marcharse con ellos y esa situación no variará en los próximos días cuando se haga el anuncio formal de la fractura perredeísta. Y aunque quisieran dejar sólo los escombros, la gran mayoría del PRD, su estructura dirigencial a nivel nacional, permanecerá fiel al partido.
¿...Y entonces Guido?
Guido se va con Hipólito y Abinader, siempre ha estado eso claroÖ Impugnará los resultados de la convención, la denunciará de ilegal, hará sometimientos ante el TSE, chillará y pataleará.
Aunque sabe que sus posibilidades de derrotar a Vargas son completamente nulas, ha ganado espacio y figuración pública presentándose como el contrapeso contestatario a la institucionalidad partidaria.
Una vez fracase en su intento de desacreditar el resultado de la convención, Guido intentará ponerse en una larga cola de aspirantes a las posiciones de mando en el nuevo PRM y romper brazos para que lo coloquen en la boleta para alguna posición electiva.
Entonces se percatará de que ha cometido el mayor error de su vida... Porque su espacio, el único donde tiene posibilidades futuras, está en el PRD...
¡...Cuando se vaya, ahí termina!

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